Después de dominar la NBA durante cinco años, disputando cinco Finales y ganando tres campeonatos, los Golden State Warriors se han convertido en el peor equipo de la liga. El conjunto californiano ha perdido 15 de sus 18 primeros partidos en la temporada con sus dos estrellas, Stephen Curry y Klay Thompson, viendo los partidos desde fuera por lesión.
Ver a la franquicia de San Francisco con un récord de 3-15 resulta muy extraño y más para alguien que sigue la NBA desde hace poco tiempo como es la hija de Curry. La pequeña Riley, de siete años, está acostumbrada a ver ganar al equipo de su padre prácticamente desde que nació por lo que ahora no entiendo cómo los Warriors están encadenando tantas derrotas consecutivas.
"Después del partido contra los Celtics acudí a la sala donde estaban los familiares y Riley Curry estaba allí", comentó Draymond Green a Anthony Slater, de The Athletic. "Me preguntó que si perdimos y le dije que sí, entonces me volvió a preguntar: '¿Por qué seguimos perdiendo?'", relató el ala-pívot.
Sin duda las lesiones, la salida de jugadores importantes (Durant, Iguodala, Livingston Cousins...), la falta de experiencia de muchos de los nuevos componentes de la plantilla, los refuerzos del resto de los equipos... son muchos los motivos que explican esta decbacle de los Warriors, aunque a los más pequeños les cueste entenderlo.
"Mis hijos crecieron con los Warriors ganando. Por lo tanto, para ellos no tiene sentido que perdamos", sentenció Green.
Fuente: Marca.com
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