Antes de empezar la temporada de la NBA, un partido entre los Golden State Warriors y los New Orleans Pelicans podría haberse considerado como un duelo muy atractivo entre los grandes dominadores de la NBA en los últimos años y los que aspiran a serlo en el futuro con todo el talento joven que poseen en su plantilla. Sin embargo, las lesiones han hecho que fuera un choque entre dos de los peores equipos de la Conferencia Oeste.
Entre los dos equipos acumulan nada más y nada menos que 15 bajas por lesión, ocho de los Warriors y siete de los Pelicans. Y además de jugadores importantes.
Stephen Curry, Klay Thompson, D'Angelo Russell, Kevon Looney, Damion Lee, Jacob Evans y Alen Smailagic son los jugadores que ocupan la enfermería en el cuadro dirigido por Steve Kerr, que apenas puede contar con nueve efectivos disponibles para los partidos cuando el mínimo de jugadores requeridos por la NBA son de ocho.
Lo peor para los actuales subcampeones de la NBA es que salvo Russell, los otros seis jugadores lesionados no tienen un plazo fijado para su recuperación, por lo que sus ausencias podrían seguir extendiéndose.
Por parte de la franquicia de Nueva Orleans, la situación no es tan dramática. Es cierto que tienen un lesionado más, pero las molestias de Lonzo Ball, Brandon Ingram, Derrick Favors, Josh Hart, Jahlil Okafor y Frank Jackson son menores y su regreso se producirá a corto plazo. Los únicos casos que pueden preocupar son los de Zion Williamson, que todavía no ha podido debutar, y Darius Miller, quien no se espera que pueda jugar esta temporada.
Si juntamos a los lesionados de ambas franquicias no hay duda de que saldría un equipo con capacidad para pelear por entrar en los 'playoffs' e incluso para dar guerra en las eliminatorias por el título.
Fuente: Marca.com
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